Patrones similares en santuarios de Perú y Argentina
Dante E. Zegarra López
Los santuarios ubicados en las cumbres andinas de Perú y Argentina registran patrones similares. Allí se realizaron, en cada caso, la ceremonia incaica de Capacocha.
Según explica Johan Reinhard, codirector de las expediciones e investigaciones en los santuarios de altura de ambos países, los altares generalmente eran plataformas artificiales, y en algunos casos como el del Misti, excavado en la tierra. En ambos casos formaban con piedras un recinto donde colocaban las ofrendas.
Los santuarios de altura tienen tambos en la base de las montañas y desde allí parten senderos que ascienden a las cumbres. A veces hay ruinas de construcciones en el camino a la cumbre.
Por otro lado, todos los objetos que formaban parte del ajuar funerario de las momias encontradas en Perú y Argentina pertenecen a la nobleza Inca, esto hace pensar que la procedencia de los niños haya sido el Cusco, capital del Imperio incaico.
Reinhard señala que en los Santuarios en los que se encuentran como ofrendas seres humanos, estos son siempre niños, nunca adultos y éstos están generalmente vestidos en forma especial.
Los sacrificios humanos, que se dieron en el marco del sistema de la capacocha, negados por el Inca Garcilaso, quedan comprobados por la evidencia arqueológica encontrada.
Los niños, según las evidencias físicas y los estudios forenses, fueron muertos en el lugar y enterrados de inmediato, y a veces, al parecer, enterrados vivos.
Todas las estatuillas encontradas, como parte de la ofrenda, fueron hechas en el Cusco en metales como el oro y la plata o en spondilus. El spondilus es un bivalvo que se reproduce en aguas calientes del norte del Perú. Los textiles también muestran una manufactura propia del Cusco.
Estudios nucleares
Usando tecnología de activación neutrónica en las muestras de cerámica recogidas en los santuarios andinos de Argentina, se ha establecido que ésta fue fabricada en el Cusco y en las inmediaciones del Lago Titicaca. Pero en ningún caso la cereámica tenía procedencia local. Este hecho refuerza la vinculación existente entre ambos puntos: Cusco y el lago Titicaca, remarcada en los mitos de creación del Tahuantinsuyo, como la leyenda de los hermanos Ayar.
El análisis por activación neutrónica es una técnica nuclear de análisis químico que permite la determinación cuantitativa de un gran número de elementos y presenta, para cierto tipo de elementos y matrices, considerables ventajas frente a otros métodos analíticos.
Dentro de las más importantes podemos destacar que:
a) es una técnica instrumental no destructiva,
b) entrega en forma simultánea información multielemental,
c) para muchos elementos se obtienen límites de detección que van desde las partes por millón hasta las partes por billón,
d) por ser un método basado en procesos que tienen lugar en el núcleo atómico, el estado físico y químico de los elementos no influye en el resultado final y
e) la ausencia de pre-tratamiento de la muestra hace del análisis por activación una técnica analítica adecuada para el análisis de trazas. Sesenta son los elementos que pueden ser determinados por este método, con distintas sensibilidades.
La técnica de análisis por activación neutrónica se realiza principalmente en tres etapas: la primera consiste en irradiar con neutrones la muestra (en este caso, de la cerámica) en el núcleo de un reactor atómico. La segunda etapa consiste en la obtención de los espectros gamma de las muestras radiactivas y en la tercera y última etapa, los espectros gamma son procesados utilizando programas computacionales, los que transforman la información digital almacenada en el computador en valores de concentración.
Estudios de ADN
Los estudios de ADN que se realizaron indican que entre los niños sacrificados no hay relación de parentesco, representando esto un dato importante y punto de partida para el planteamiento de hipótesis de trabajos futuros.
Sin embargo los resultados preliminares del ADN, se enfrentan a las limitantes de la base de datos que se emplea, dado que no existen, por ahora, bancos de datos de ADN nacionales ni universales.
A pesar de ello se encontró que “Juanita” cuenta con parientes remotos en una etnia de Panamá y la momia de la niña encontrada en la cumbre del volcán Llullaillaco tiene parentesco con un joven nacido en Cabanaconde y que reside en Estados Unidos.
Las vinculaciones no son muy cercanas, pero dan la impresión que estudios más profundos y con bancos de datos de ADN más extensos, se podría establecer la validez de la teoría de Paul Rivet, que señala que el hombre americano llegó al continente mediante oleadas desde el continente asiático aprovechando el paso congelado del Estrecho de Behring.
Los estudios de ADN para estos casos se realizan examinando el mitocondrio de la célula.
Los genes del ADN mitocondrial se heredan solo de la madre por medio de las mitocondrias del óvulo. En razón de ello pueden reconstruirse las migraciones humanas.
A medida que el hombre migró de un continente a otro su ADN mitocondrial fue acumulando mutaciones no patogénicas y este "registro" quedó en las mitocondrias de sus mujeres. Las secuencias de pares de bases se fueron haciendo distintivas de las secuencias en otros continentes. Al agrupar las secuencias relacionadas de un continente y compararlas con las agrupadas de los diversos continentes, se puede determinar el grado de parentesco de las mujeres de distintos lugares.
También puede deducirse de estos estudios cuales continentes se colonizaron primero, la mayor frecuencia de variación del ADN mitocondrial en un continente indica una mayor antigüedad en el mismo. Las poblaciones africanas son más antiguas, porque poseen el mayor grado de variación mitocondrial, los asiáticos, europeos y los aborígenes de América, muestran progresivamente una variación menor.
Sin embargo el momento exacto en que se colonizó cada continente puede estimarse solamente de una manera aproximada. Los datos dependen del ritmo con el que la molécula de ADN mitocondrial fue acumulando mutaciones. La tasa de mutaciones es bastante constante (cada 2000 a 3000 años), aunque se desconoce la precisión exacta de este "reloj molecular". Las fechas estimadas generalmente suponen que el ritmo de mutaciones está en la media de estos márgenes.
De acuerdo a los datos elaborados en el laboratorio por el titular de la Cátedra de Genética molecular de la Universidad de Emory, Douglas C.Wallace, el Homo sapiens apareció en África hace unos 130.000 años. Migró hace unos 70.000 años a Asia y, desde Medio Oriente habría colonizado Europa hace unos 50.000 años.
Desde Asia habría pasado a América en diversas oleadas migratorias.
Durante la primera oleada, hace unos 34.000 años, se desplazaron por Siberia y Alaska y luego por América del Norte, Centroamérica y América del Sur. Ellos constituyen antepasados de los paleo-indios modernos como los pimas de Arizona, los mayas de México y los yanomamis de Venezuela. La segunda oleada, según el estudio, se
habría producido hace unos 15.000 años procedente de Asia, habría rodeado Siberia, posiblemente buscando la costa, hasta llegar a Alaska para luego dispersarse por toda América. Se mezclaron allí con la
población existente para dar lugar a los paleo-indios actuales de habla amerindia. La tercera oleada habría comenzado su migración desde Siberia hace unos 9.500 años, constituyéndose en los fundadores del grupo lingüístico Nadéné, que componen las tribus atabascas del noroeste de Canadá y Alaska, los apaches, los dogrib y navajos del sudeste de los Estados Unidos. Se considera que los esquimales y
aleutianos se originaron como producto de una cuarta migración, más reciente, que los llevó de Siberia a Norteamérica.

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