Dante E. Zegarra López
AREQUI´PA AL DIA
Apenas 42 días de diferencia, media entre la
fundación de Arequipa y el reconocimiento papal de la Compañía de Jesús, como
orden religiosa. Ambas fundaciones se verificaron en 1540. Arequipa fue fundada
en 15 de agosto y la Compañía de Jesús fue reconocida por el Papa Pablo III, el
27 de setiembre.
La presencia oficial de los jesuitas en
Arequipa se concretó a los 38 años y dos días después que la ciudad quedara
fundada. El 17 de agosto de 1578, comenzó a funcionar en Arequipa el Colegio de
la Compañía de Jesús, que fue puesto, como su templo, bajo la advocación de
Santiago Apóstol.
Cinco años antes, dos sacerdotes: los padres
José Acosta y Luis López y, un hermano, Juan Casasola, se convirtieron en los
primeros jesuitas en pisar tierras arequipeñas. Llegaron con motivo de la
Semana Santa de 1573. Bajaron del Cusco y se hospedaron en el Hospital de
Pobres.
La celebración de la Misa, la predicación y la
vida edificante de esos tres jesuitas confirmó, desde un primer instante, la
favorable opinión que llegaba desde Lima, sobre la Compañía de Jesús.
La presencia de estos jesuitas fue determinante
en la vocación religiosa de doña María de Guzmán, la fundadora del Monasterio
de Santa Catalina de Sena. Viuda y con pretendientes para segundas nupcias,
mudó de parecer tras la prédica del padre José Acosta y el acompañamiento
espiritual del padre Luis López.
En diciembre de 1574, un mestizo arequipeño
(hijo de padre español y madre india), se convirtió en el primer hijo de esta
ciudad, admitido en la Compañía de Jesús. Se trata de Bartolomé de Santiago, un
jesuita nativo de gran importancia en la evangelización de los pueblos quechuas
y aymarás.
Es Arequipa también, el primer lugar de donde
los jesuitas tienen que salir expulsados. Una decisión del Virrey del Perú,
Francisco de Toledo, los obligó a salir dos meses y medio después de haber sido
recibidos. El Virrey arguyó que por orden del rey no se podía fundar ni
edificar monasterio ni otro lugar pío, sin su licencia o la de sus virreyes.
Dos años y medio después de haber sido
expulsados de Arequipa, una Real Cédula del rey los restituyó.
La Compañía de Jesús se desarrolló en Arequipa
como en todo el Perú hasta su expulsión por orden del Rey de España en 1767, es
decir 199 años después de su llegada.
Ciento cuatro años después de su expulsión del
Perú y de todas posesiones españolas, en 1871, la Compañía de Jesús fue
autorizada a volver a empezar toda su obra evangelizadora.

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