Dante E. Zegarra López
AREQUIPA AL DIA
Aunque su existencia se remonta
a más de cuatro mil quinientos años atrás, hace menos de una década que el
Fenómeno del Niño ha comenzado a ser objeto de estudio por la comunidad
científica mundial.
Cuando el asunto era considerado
un problema de pescadores peruanos, poca o ninguna atención se le brindaba.
Cuando en la década del 60 su presencia se vinculó a los estragos de fuertes
lluvias en la costa norte e intensas sequías en el sur del Perú, se comenzaron
a buscar sus causas.
Pero es recién a comienzos de
esta década cuando el denominado Fenómeno del Niño, adquiere dimensión mundial.
La correlación de información, ha permitido considerar al Niño como el problema
meteorológico más importante del planeta después de las Estaciones.
Con una frecuencia no cíclica,
es decir apareciendo en lapsos que varían entre los dos y los siete años, la
Oscilación Sur “El Niño”, es considerada ahora como responsable de los
problemas de sequía extrema o de torrenciales lluvias en Europa, Africa,
América y Oceanía.
En la práctica se considera que
la presencia del “Niño” genera todos los desajustes que en materia de clima se
registran en una franja que va, por lo menos, desde los diez grados de Latitud
Norte hasta por debajo de los 40 grados de Latitud Sur.
Y es que en ese rango de
latitudes, se da la influencia de los vientos alisios que soplan sobre el
ecuador geográfico. Estos vientos tropicales soplan de Este a Oeste, de América
hacia Australia y la Polinesia.
Cuando los vientos alisios, por
efecto de la rotación de la tierra y la diferencia de presión atmosférica sobre
el océano Pacífico, sufren un “frenazo” se hace presente el Niño.
Los vientos alisios pierden
fuerza e incluso pueden desaparecer, lo cual determina la anulación de la
Corriente Costera Peruana en las costas sudamericanas. Al mismo tiempo las
aguas tropicales del norte, que estaban impedidas de bajar, invaden
paulatinamente la zona cubierta normalmente por aguas frías, llevando consigo
altas temperaturas y baja salinidad.
Paralelamente, una zona de alta
nubosidad, que usualmente por estas fechas se encuentra entre 7° de latitud Norte y el Ecuador Geográfico,
denominada Zona de Convergencia Intertropical (ZCIT), se desplaza anormalmente
hasta cerca de los 5°S.
Como en un círculo vicioso, por
causas aún no precisadas, en las que se incluyen hasta el efecto invernadero,
los agujeros en la capa de ozono y el deshielo del casquete de la Antártida, el
fenómeno del Niño o la Oscilación del Sur “El Niño” genera cambios en el clima
del mundo entero, que por el momento sólo se pueden atisbar y mitigar, en algo,
sus efectos.

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