"Tenía cabellera larga negra, un delgado y
elegante cuello , y brazos sus músculos del satisfactoriamente conservados, y
cuando ella entregó su vida juvenil al dios del nevado Ampato, se vistió con
coloridos de lana de la alpaca más fina. Murió hace cinco siglos en la cúspide
de Ampato, un volcán de 20,700 pies en los Andes peruanos, en una ceremonia
ritual que presidió un grupo pequeño de sacerdotes de la Inca.
La muchacha, no muestra señales de una muerte
violenta, por estrangulación o un revés en la cabeza, como en otros casos
de sacrificios humanos de los incas. Quizás ya había muerto de exposición al
frío, cuando se envolvió en un capullo de textiles y fue puesta en la
tumba".
Así describió Johan Reinhard a
"Juanita", en un artículo que firmó para la Revista National
Geographic publicada en junio de 1996.
La descripción correspondía a los primeros
momentos del descubrimiento y que posteriormente, con las investigaciones
realizadas sufrió modificaciones, especialmente las vinculadas a las
circunstancias de la muerte y el sacrificio de la joven doncella.
En la madrugada del 29 de marzo de 1996, una
tomografía axial computarizada realizada en el Hospital Nacional del Sur del
Instituto Peruano de Seguridad Social (IPSS) por el doctor Gustavo Medina, con
la anuncia del director de dicho nosocomio, doctor Pablo Céspedes, puso al
descubierto las circunstancias de la muerte de Juanita.
El resultado de la tomografía en el hospital
arequipeño señaló que el cráneo de la joven presentaba una fractura en el arco
superciliar derecho, así como en el parietal y en el esfenoides y el corte del
nervio óptico.
Este diagnóstico fue confirmado meses después en
el hospital John Hopkons de Baltimore, donde se registraron imágenes de
tomografía de alta calidad. Sin embargo, en el informe diagnóstico del hospital
norteamericano, no se precisó algunos datos de vital importancia para los
arqueólogos, como la fractura del esfenoides y el corte del nervio óptico que
señaló el diagnóstico del hospital del IPSS.
El esfenoides es un hueso plano impar que
constituye la mayor parte de la base del cráneo y contribuye a formar las
cavidades orbitarias y las fosas nasales, pterigomaxilar, cigomática y
temporal.
Los resultados de ambas tomografías, permitieron
afirmar que "Juanita", murió víctima de un violento golpe en sector
derecho de su cráneo. Este golpe fue realizado con el empleo de una macana, un
arma que al final de su mango presenta una estrella fabricada en piedra o en
metal.
Esta arma, hasta el momento, no ha sido encontrada
por los arqueólogos en las inmediaciones del lugar del sacrificio.
En otros santuarios de altura, se han encontrado
macanas similares a la que, por deducción se estima, causó la muerte de
"Juanita".
Precisamente una de las puntas produjo la fractura
del parietal, otra punta cortó el nervio óptico, penetrando hasta el esfenoides
que lo fracturó. La contundencia del golpe fracturó el arco superciliar, redujo
la órbita ocular y sacó fuera de ésta al ojo.
La tumefacción observada en el lado derecho de la
cara de "Juanita", producto del derrame sanguíneo sólo pudo formarse
por un mortal golpe cuando la víctima estaba con vida. De haber sido posterior,
no se hubiesen producido el tipo de fracturas registradas ni la hemorragia.
Dante E. Zegarra López
Copyright © 1997, Diario Arequipa al día.
Revisado: domingo, 17 octubre 1999.

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