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Dante E. Zegarra López, Periodista, Arequipa (Perú)

martes, enero 23, 2018


Alonso Ruiz: el procurador de Arequipa

por Dante E. Zegarra López

La historia de los primeros blasones que ha tenido Arequipa a lo largo de sus 475 años de fundación española, ha estado ligada indisolublemente a un joven que llegó a tierras tawuantisuyanas, con las huestes de Francisco Pizarro, en 1532.
Alonso Ruiz, es el nombre del procurador de la Villa Hermosa del Valle de Arequipa ante la Corte de España, quien en 1541 logró para ella, el título de Ciudad y el Escudo que ostenta.
Pero, ¿quién fue Alonso Ruiz?
Si nos atenemos a lo escrito por el desaparecido historiador norteamericano James Marvin Lockhart, “era, según todas las apariencias, un ser humano afectuoso con profundos sentimientos”.
Nacido en Castronuevo, cerca de Zamora en el reino de León, Alonso Ruiz, fue uno de los 168 españoles que participaron de la captura de Atahualpa, en Cajamarca. Cinco “de los Cajamarca” se avecindaron y fundaron Arequipa. En 1532, Alonso Ruiz tendría entre 19 y 20 años de edad.
Tras recibir 135 con seis octavos de marcos de plata y, 3 mil 300 pesos de oro, en el reparto del tesoro de Cajamarca, por ser hombre de a pie, se hizo vecino de Cusco. Posteriormente, siguiendo los deseos del Gobernador Francisco Pizarro, se trasladó al valle de Arequipa, siendo uno de 89 fundadores de Arequipa.
Su indisoluble amistad con Lucas Martínez, lo llevó a fines de 1540, a retornar a la península para contraer matrimonio con una de las dos hermanas del trujillano, Isabel o María. La circunstancia fue aprovechada por el Cabildo, Justicia y Regimiento de la Villa Hermosa y por otros vecinos, para encargarle gestiones.
Con menos de 30 años, analfabeto que apenas sabía firmar, Alonso Ruiz, se encuentra en Fuensalida, Toledo, donde está el rey emperador, Carlos III de España. Hasta allí llega para cumplir con los encargos del Cabildo de Arequipa.
Una de las primeras gestiones que logró tener éxito fue plasmada en la Cédula Real concediendo Título de Ciudad a la Villa Hermosa de Arequipa, expedida el 22 de septiembre de 1541.
De inmediato, obtuvo otras mercedes, entre ellas la “Real Cédula de D. Carlos al gobernador de la provincia del Perú, por la que le manda, a petición de Alonso Ruiz en nombre de la ciudad de Arequipa, dé licencia de tres años para venir a España a los vecinos de aquella ciudad que lo deseasen, sin que durante este tiempo les sean quitados los indios y granjerías que tuviesen”.
También en la misma fecha consigue para si la Real Cédula, por la que “le prorroga el plazo para estar en España por otro año más, sin que le sean quitados los indios durante él”. Prórroga que se extendió año en pos de año hasta que se avecindó en Trujillo, donde llegó a ser Regidor.
Días después, el 7 de octubre, consigue para la recién nombrada Ciudad de Arequipa el escudo de Armas. Este escudo pintado en una bandera fue enviada a Arequipa a fines de 1543, para lo cual el 28 de septiembre alcanza en Valladolid “la Real Cédula a los oficiales de Perú para que no se exijan derechos de almojarifazgo a Alonso Ruiz, vecino de Arequipa, que a esa ciudad envía una bandera con las armas reales en un lado y en el otro las armas concedidas a Arequipa, con lo que se hace merced a esa ciudad; se manda a los oficiales de Puerto Rico, Santo Domingo, Cuba, Panamá y cualquier otra provincia de Indias que a quien lleve la bandera lo desembarque en alguno de esos puertos, y no vendiéndola y volviéndola a embarcar, no le exijan derechos algunos”.
Su vida en España como vecino y regidor de la ciudad de Trujillo, relativamente tranquila se vio turbada en 1562 por Real Provisión de emplazamiento a petición de Hernando de Santillán, por sí y en nombre de su mujer, Ana de Villegas.
En compensación, por aquellos años la corona española le otorgó un Juro o pensión perpetua de 51.000 maravedís.

(Diario La Voz de del Pueblo, agosto 2015)