Dante E. Zegarra López
AREQUIPA AL DÍA
En ambiente que recordó las antiguas tertulias locales,
antenoche se inauguró el primer auditorio-coliseo-gimnasio de Arequipa, el del
colegio San José. Un sueño de concreto hecho realidad.
Con la sencillez de los actos familiares, en medio del
bullicio de niños, después de una asamblea de padres de familia, se inauguró la
obra. Con ella se completaron los trabajos de construcción de nuevos ambientes
en ese plantel, iniciados hace un año. Esos trabajos comprenden el moderno
edificio para la sección primaria y el citado auditorio-coliseo- gimnasio.
El empeño puesto en la ejecución del proyecto, hasta con
visos de terquedad hispana, por el rector del colegio San José, ha hecho
realidad un deseo acariciado por la comunidad del plantel jesuita.
El padre Vicente Gallo Rodríguez, rector de dicho colegio
sintetizó la satisfacción del colectivo jesuita señalando: “Hemos cumplido un
sueño de muchos años, no sólo mío, sino del colegio y lo vemos realizado con
calidad en la construcción y belleza arquitectónica que ve el futuro”.
Puestos de píe, con prolongada y atronadoras ovaciones en
seis oportunidades, los padres de familia, profesores, personal administrativo
y de servicio, exalumnos y alumnos, expresaron su agradecimiento al esfuerzo
desarrollado por el padre Gallo. En los últimos meses, dedicó muchas horas a la
supervisión de la obra, al extremo de reconocer “si esto dura un poco más,
muero”.
La ciudad por su parte, concretó esa satisfacción con la
imposición de la Medalla de la Cultura de Arequipa al padre Vicente Gallo SJ.
La entrega de la distinción, a cargo del Alcalde de la Ciudad sirvió para que
dos mil personas reunidas allí corearan el estribillo de “San José... San
José”.
Poco antes, al empezar la ceremonia inaugural, el Himno
Nacional, entonado a capela por los asistentes, sonó como muy pocas veces, con
una serena y profunda unción patriótica, aunque se percibió el dejo hispano de
quien llevaba la voz cantante: el padre Gallo.
El arzobispo de Arequipa, monseñor Fernando Vargas Ruiz
de Somocurcio, aún afectado por un proceso bronquial, impartió, la bendición al
recinto.
Previamente y con nostalgia el prelado recordó su paso
por las aulas del plantel jesuita, primero como estudiante primario, a partir
de 1925 y luego en dos oportunidades como profesor. Trajo a mente los años en
que las obras ahora concretadas, se soñaban.
La ceremonia, por feliz coincidencia se efectuó el día en
que un jesuita peruano, ex profesor del colegio San José, Su eminencia Augusto
Vargas Alzamora S.J. recibió el capelo cardenalicio. También en la misma fecha
la comunidad jesuita celebra la fiesta de San Juan Berchmans.
El colegio jesuita, desde su reinstalación en Arequipa,
en 1898, ha tenido dos locales. Uno en la calle Melgar y el otro, el actual
sobre la avenida Alfonso Ligarte, construido hace 38 años y ampliado y
modernizado en forma casi permanente.
El edificio inaugurado antenoche, puede ser descrito como
moderno, cómodo, elegante y funcional. Y esta descripción no es una simple
acumulación de adjetivos. Es una realidad objetiva, palpable.
Con una capacidad para dos mil quinientas personas
cómodamente instaladas en graderías fijas y en sillas plegables, el
auditorio-coliseo-gimnasio del colegio San José es el ambiente educativo más
amplio de Arequipa.
La versatilidad del diseño permite que pueda servir como
auditorio con un amplio escenario y, también como coliseo, de piso enmaderado,
para la práctica de deportes como el baloncesto y el voleibol. En torneos de
estos deportes, este año el San José se coronó campeón y subcampeón nacional.
También cuenta con un ambiente destinado a un gimnasio,
dotado de los aparatos correspondientes. Este, ubicado bajo la gradería, con
ingreso directo, luce un rosetón de cinco metros de diámetro, que permite la
adecuada iluminación.
Ventanas, escaleras y sillas muestran una uniformidad en
su colorido, correspondiente a los colores deportivos del plantel: el rojo y el
negro.
Como auditorio, el local, puede permitir el montaje de
cualquier actividad artística, cívica e incluso religiosa. Además posibilita la
proyección de películas y la transmisión radiofónica de los eventos que allí se
realicen, desde dos cabinas especialmente construidas para ello.
Una cómoda cafetería y ambientes de juegos de salón,
junto con camerinos, servicios higiénicos, enfermería y sala de maquillaje,
completan el local inaugurado.
La imagen estilizada de Cristo resucitado, realizada el
hierro forjado, preside la fachada principal del auditorio-coliseo, realizada
en base a una columnata, carpintería metálica y vidrio, además de concreto.
El espacio cubierto con un techo de tipo “dientes de
sierra", accede a la iluminación natural. Este techo, es además, uno de
los más amplios de la ciudad, sin necesidad de elementos de apoyo fuera de las
paredes.
La asamblea de padres de familia, en la que se instaló
una nueva junta directiva, sirvió de preámbulo al sencillo acto inaugural. La
nueva junta se encuentra presidida por Marcos Obando.
Luego, en el curso de una breve presentación, el rector
del colegio San José, Vicente Gallo S.J. entregó la obra a toda comunidad
jesuita presente y a la ciudad.
Sin la presencia de autoridades como tales, aunque se
encontraban el Arzobispo, el Alcalde de la ciudad y un miembro del Congreso
Constituyente Democrático, la obra fue bendecida. El arzobispo Fernando Vargas
Ruiz de Somocurcio S.J., sacerdote jesuita y ex profesor del San José, presidió
el solemne y sencillo acto religioso. El alcalde Fernando Ramírez Alfaros con
su nieto (alumno del plantel) sobre sus rodillas, durante gran parte de la
ceremonia, distinguió al rector jesuita Vicente Gallo. Por su parte, confundido
entre el público, participó de la ceremonia el exalumno y congresista de la
República, Jorge Velásquez Ureta.
Grupos artísticos de alumnos y exalumnos desarrollaron
una original actuación inaugural del recinto como salón auditorio.
El primer acto artístico efectuado en su amplio
escenario, fue la presentación de un niño de siete años. Interpretando en el
órgano electrónico diversas piezas musicales. Bruno Alberto Camacho Medina,
grata revelación artística, hizo aún más familiar e íntima la inauguración.
El próximo año, luego que sean instalados los tableros de
baloncesto y los marcadores electrónicos, importados de los Estados Unidos, el
recinto será habilitado como coliseo, fea presencia masiva y casi exclusiva de
miembros de la comunidad del colegio jesuita dio a la inauguración el tono
coloquial y familiar, propio de las antiguas tertulias arequipeñas. Los padres
de familia fueron invitados a la ceremonia a través de una nota informativa, del
tipo que el plantel emplea normalmente para su comunicación con ellos. Los
alumnos y profesores lo fueron por boca del Rector. No hubo Invitaciones
especiales, salvo las que en forma personal escribió y entregó el Padre Rector
a sus trabajadores administrativos y de servicio.
De esta forma se cumplió la intención del padre Vicente
Gallo Rodríguez S.J., de vivir una alegría de íntimo regocijo y entregar una
obra trascendental al cumplir seis años, como Rector del colegio San José y 19
en Arequipa y en el Perú.
(Diario Arequipa al día, 27 noviembre 1994)

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