La Columna del Director: Desconfianza es la voz
“Yo
desconfío, tú desconfías, él desconfía, nosotros desconfiamos…”
El
ambiente que vive el país en estos últimos días, tras conocerse los resultados
de la primera vuelta electoral, podría resumirse en la conjugación del verbo
desconfiar.
Es
evidente que los mismos resultados finales son un indicativo de la desconfianza
de los ciudadanos, los que en un 54% decidieron votar por cualquier otra opción
que precisamente no es la de los dos candidatos que se enfrentarán en la
segunda vuelta.
Y
cuando hablamos del 54 por ciento, lo estamos haciendo con las cifras reales,
no con el eufemismo que la ley electoral, de aquello de los votos validamente
emitidos. Esa ambigüedad hace pensar que el ganador de la primera vuelta logró
el 30.624 por ciento de la votación, cuando en realidad sólo recibió el 25.682
por ciento de los votos del electorado.
No
debemos olvidarnos que el 16.137 por ciento del electorado, es decir 2 millones
361 mil seis electores votaron en blanco o viciaron su voto. Y eso es, a todas
luces un indicativo de desconfianza muy grande.
Como
decíamos a comenzar esta nota, la desconfianza está a la orden del día. Lo
grave del asunto está en que a veces la desconfianza es gratuita, sin base
alguna. En otros casos hay razones para asumirla. Ayer mismo tres hechos
grafican esta grave situación en que se suma el país.
El
candidato presidencial de Unión por el Perú dijo que desconfía de la propuesta
de su adversario del Apra, para que el debate entre ellos sea previo al de sus
equipos de gobierno.
La argumentación que empleó el candidato de UPP fue que su adversario del Apra no
es una persona confiable pues recientemente dijo que visitó al cantante Arturo
"Zambo" Cavero por su cumpleaños cuando en verdad el onomástico del
artista fue en noviembre pasado.
En el
país se conoce la vieja amistad entre ambos personajes y si almuerzan por su onomástico
o por cualquier otra razón, es normal. Esa no es razón para descalificar a
nadie. Además muchas personas celebran su onomástico, su cumpleaños y hasta su
bautizo como fecha de nacimiento espiritual.
Por
su parte el candidato presidencial del Apra cuestionó la confiabilidad de la Asociación Civil
Transparencia, entidad que junto a otras trabaja en la organización del debate
electoral de la segunda vuelta.
La
razón esgrimida se sustenta en el hecho que esa institución, que organizó el
debate del 2001, ocultó que su presidente de entonces (Salomón Lerner Ghitis) “tenía
una relación cercanísima y funcionarial con el presidente Toledo” y que luego se
vio "involucrado en una serie de actos reñidos con la moral".
Finalmente
la tarde de ayer, algunos analistas políticos desconfiaron de la actitud del
presidente Toledo en Trujillo. Allí afirmó, en medio de su baño de multitudes,
que en la segunda vuelta se elegirá entre la democracia y el autoritarismo.
El es
un Presidente de la
República, que justamente el día que se anuncia que logró la
mayor aprobación que ha tenido desde abril del 2002, virtualmente “mete la
pata” porque su intervención aparentemente estaría destinada a apoyar al
candidato del Apra, a riesgo de ser sancionado por el Jurado Nacional de
Elecciones.
Pero
visto en el ambiente de desconfianza que vivimos, hay analistas que afirman que
la intervención del Presidente Toledo estaría destinada a apoyar la candidatura
de Unión por el Perú, por contrario sensu, en vista de su nivel de
credibilidad. Para ellos, con pensamiento maquiavélico, no desdeñable, Toledo
habría formulado las declaraciones en un afán de comprar impunidad. En fin todo
un mundo de desconfianza.
Dante
E. Zegarra López
(Diario
Arequipa al día, 6 mayo 2006)
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home