Por Dante E. Zegarra López
Hora a hora, los pasajes más saltantes de las
últimas 24 horas de vida de Jesús de Nazaret, son objeto de reflexión en un
interesante “Reloj de Meditación” existente en el Monasterio de Santa Catalina.
El mencionado objeto, es en realidad un cuadro
bordado con hilos de seda, lentejuelas y canutillos, a modo de una circunferencia
de reloj dividido en 24 horas. Las esquinas presentan ramos de rosa y racimos
de uva y, en el centro se ubica una cruz verde sobre la que está un corazón flamante
y sangrante, aprisionado por una corona de espinas. Cada uno de los 24 espacios
en que está dividida la circunferencia lleva impreso una cuartilla poética que
invita al recogimiento.
Ubicado en la Sala de Labores, sobre una pared
a un costado de la escenificación de “La última Cena”, pasa desapercibido para
la mayoría de los visitantes, a pesar de tener un área de casi un metro
cuadrado.
Este interesante trabajo, fue realizado por
Sor Manuela de los Ángeles Gutiérrez, quien teniendo 24 años, profesó como
monja de velo negro el 30 de octubre de 1859. Hija de Andrés Gutiérrez y de
Catalina Bernal, llegó a ser priora del monasterio entre el 27 de septiembre de
1894 y el 26 de septiembre de 1898.
Hasta el momento, no existe ninguna evidencia
que niegue la autoría de los versos inscritos en el Reloj de Meditación. Todo
hace inclinar que corresponden a la madre Gutiérrez, pues en un extremo
inferior se aprecia bordada la frase “Devoción de Sor M. de los A.G.”
Una nota escrita, adosada al pie del cuadro,
recuerda la presencia del cuarto Delegado Apostólico acreditado ante el
gobierno del Perú, monseñor Serafino Vanutelli. Él fue el primer representante
del Vaticano que visitó el cenobio. El otorgó indulgencias a quienes meditasen
y rezasen un Padrenuestro y una Avemaría ante el cuadro.
Serafino Vanutelli, fue arzobispo titular de
Nicea y Delegado Apostólico en Ecuador y Perú entre 1869 y 1875y se convirtió
en el primer representante pontificio residente en el Perú.
El Reloj de Meditación tiene la particularidad
de señalar en su circunferencia las 24 horas haciendo corresponder los dos
extremos centrales, a las 8 de la mañana en la parte superior y a las 8 de la
tarde en el semicírculo inferior, en vez de señalar las 12.
La razón de esta particularidad radica en que
Sor Manuela de los Ángeles Gutiérrez, ubicó los momentos cumbres de la pasión
del Señor Jesús en esos extremos, pero señalando la hora de Arequipa en el
momento de los acontecimientos. Para
ello descontó las siete horas de diferencia que existe entre la hora de Arequipa y la de Jerusalén.
Así pues, cuando en Jerusalén son las 15 horas, tres de la tarde, hora nona considerada
como en la que murió Jesús, en Arequipa son las 8 horas, 8 de la mañana.
Así observamos que en el punto más alto del
círculo corresponde al momento más importante de la Pasión, es decir a la
redención de la humanidad con la muerte del Señor Jesús y que se expresa en los
versos:
“Aquí murió el
Redentor, /
el sol, la luna y el
cielo /
se obscurecieron de
dolor. /
Todos muestran
desconsuelo”
En el otro extremo del círculo, la meditación
se refiere a las negaciones de Pedro, que es el momento en que la futura
Iglesia representada por este apóstol cae por debilidad. En Arequipa la hora
marcada es las 8 de la noche del Jueves Santo, que corresponde a las 3 de la
madrugada del Viernes Santo en Jerusalén. Este momento lo expresa en los versos:
“Aquí le negó San
Pedro. /
tres veces lo
repitió. /
no acordaba que su
maestro, /
así lo pronosticó”.
Si tratamos de reconstruir los hechos
históricos, aproximadamente en una línea de tiempo en el Reloj de Meditación
cuando es señala la una de la tarde del Jueves Santo, hora de Arequipa que
corresponde a las 8 de la noche en Jerusalén, la meditación nos dice:
“Aquí Jesús
instituye /
el sacramento de
amor. /
Se convierte en pan
y vino /
por amor al pecador”
Luego a las 2 de la tarde hora de Arequipa, 9
de la noche del jueves en Jerusalén meditamos:
“Ora Jesús, en el
huerto,/
sólo, triste y tan
turbado/
al ver, nuestra
ingratitud,/
sangre, suda
desmayado”.
A las 3 de la tarde hora de Arequipa, 10 de la
noche del jueves en Jerusalén, se ubica el beso de la traición:
“Con el beso de paz
le entrega/
Judas, infeliz
traidor,/
Dios te salve,
Maestro mío,/
le dice, en esta
prisión”.
Una hora después, a las 4 de la tarde hora de
Arequipa, 11 de la noche del jueves en Jerusalén, comienza propiamente la
pasión de Jesús:
“Si de la cruel
bofetada,/
caes mi Jesús al
suelo,/
como pudo tolerar/
esta injuria, todo
el cielo”.
Mientras en el Reloj de Meditación se señala las
5 de la tarde del jueves, hora de Arequipa, es medianoche en Jerusalén.
“Presentado ante
Caifás, /
le condena a muerte
impía,/
porque declara, que
es Dios,/
de quien depende la
vida”.
A las 6 de la tarde del jueves hora de
Arequipa, 1 de la madrugada viernes en Jerusalén, la meditación está vinculada
a la actitud de la soldadesca.
“Sufre Jesús los
desprecios/
y le escupen los
sayones,/
bofetadas y
tormentos,/
que inventaron sus
rigores”.
Continuando a las 7 de la noche del jueves
hora de Arequipa, 2 de la madrugada del viernes en Jerusalén los maltratos a
Jesús:
“Cubre su rostro
divino/
con un velo sucio y
feo,/
y le daban crueles
golpes,/
aquel mansísimo
cordero”.
Cuando en Arequipa son las 8 de la noche del jueves,
3 de la madrugada del viernes en Jerusalén, se ubica la negación del príncipe
de los Apóstoles:
“Aquí le negó San
Pedro. /
Tres veces lo
repitió. /
No acordaba que su
maestro, /
así lo pronosticó”.
El canto del gallo se ubica a las 4 de la
madrugada del viernes en Jerusalén, que corresponde a las 9 de la noche del jueves
en Arequipa:
“Aquí el gallo
cantó,/
y Jesús la vista
volvió,/
a Pedro que
convirtió/
sus ojos en tierno
llanto”.
En tanto a las 10 de la noche del jueves hora
de Arequipa, 5 de la madrugada en Jerusalén la meditación gira en torno a la
decisión de los fariseos:
“Se confirma la
sentencia/
de muerte, infame de
cruz,/
de los jueces
fariseos,/
contra el hermoso
Jesús”.
Como los judíos no podían aplicar una
sentencia de muerte, a las 11 de la noche del jueves hora de Arequipa, 6 de la
mañana en Jerusalén, deciden llevar a Jesús ante el quinto Prefecto de la
provincia romana de Judea:
“Con gran prisa
caminaba,/
la gente del pueblo ingrato,/
con el divino
Jesús,/
a la casa de
Pilato”.
Siendo medianoche en Arequipa, 7 de la mañana del
viernes en Jerusalén, Poncio Pilato envía a Jesús ante el Tetrarca de Perea y
Galilea:
“Es presentado ante
Herodes, /
y es reputado por
loco/
no eran justas, ni
tan poco,/
sus impías
pretensiones”.
A la una de la madrugada del viernes en
Arequipa, ocho de la mañana en Jerusalén la meditación dice:
“Atado a una
columna, /
como mansísimo
cordero /
descargan crueles
azotes /
en su santo cuerpo y
bello”.
Poncio Pilato presenta a Jesús ante el
populacho. Son las dos de la madrugada en Arequipa, 9 de la mañana en Jerusalén:
“Míralo todo
llagado,/
en lo alto de un
Balcón,/
con vestido, de
irrisión,/
y de espinas
coronado”.
El camino al Gólgota se ubica en el Reloj de
Meditación a las 3 de la madrugada hora de Arequipa, 10 de la mañana en
Jerusalén:
“Sale Jesús, al
Calvario,/
con la cruz sobre
sus hombros/
qué espanto, y que
asombro!
no causaría al
mundo”.
La crucifixión es meditada a las 4 de la
madrugada hora de Arequipa, 11 de la mañana en Jerusalén:
“Aquí ya lo
crucificaron
los judíos y
sayones/
y en la cruz lo
enclavaron/
en medio de dos
ladrones”
El levantamiento de la cruz es recordado a las
5 de la madrugada hora de Arequipa, mediodía en Jerusalén:
“En público es levantado,/
enarbolado en la
cruz,/
a consumar su
carrera/
el corazón de
Jesús”.
La misericordia de Jesús ante el
arrepentimiento y pedido de uno de los ladrones crucificados se medita a las 6
de la mañana en Arequipa, una de la tarde en Jerusalén:
“Hoy serás en mi
paraíso,/
le dice a Dimas
ladrón,/
que pidió
misericordia,/
en medio, de su
aflicción”.
La donación de la madre a la humanidad
representada por el apóstol Juan se contempla a las 7 de la mañana en Arequipa,
2 de la tarde en Jerusalén:
“Aquí encomendó
Jesús,/
a su Madre
Dolorosa,/
a San Juan,
Evangelista,/
por que es Madre
poderosa”.
La consumación de la Redención con la muerte
de Jesús se produjo a las 3 de la tarde en Jerusalén, 8 de la mañana en
Arequipa:
“Aquí murió el
Redentor, /
el sol, la luna y el
cielo /
se obscurecieron de
dolor. /
Todos muestran
desconsuelo”.
La comprobación de la muerte de Jesús con un
lanzazo en el costado se medita a las 9 de la mañana hora de Arequipa, 4 de la
tarde en Jerusalén:
“Clavado en la cruz,
advierte,/
que abierto, tiene
el costado,/
y mostrándose
alanceado,/
el corazón por
quererte”.
El descenso del cuerpo inerte de Jesús se
reflexiona en el Reloj de Meditación a 10 de la mañana hora en Arequipa, 5 de
la tarde en Jerusalén:
“Lo bajaron de la
cruz,/
a los brazos, de
María,/
al ver en su pecho a
Jesús,/
que, amargura
sentiría”.
Antes de que comience la observancia del
sábado por los judíos, a 6 de la tarde en Jerusalén, 11 de la mañana hora de
Arequipa, Jesús es sepultado:
“Sepultado, el
Redentor,/
y en su soledad,
María,/
eclipsado el mejor,
sol,/
se cubre, de luto,
el día”.
La soledad de María, la madre de Jesús se
contempla en el Reloj al mediodía en Arequipa, 7 de la noche de viernes en
Jerusalén:
“Que amargura Madre
mía,/
concededme tal,
pesar,/
que, en gemir, y
suspirar/
os haga fiel,
compañía”.
(La Voz del Pueblo 24 marzo
2016)


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