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Dante E. Zegarra López, Periodista, Arequipa (Perú)

viernes, enero 26, 2018

Meditando las últimas 24 horas de Jesús



 Meditando las últimas 24 horas de Jesús

Por Dante E. Zegarra López

Hora a hora, los pasajes más saltantes de las últimas 24 horas de vida de Jesús de Nazaret, son objeto de reflexión en un interesante “Reloj de Meditación” existente en el Monasterio de Santa Catalina.

El mencionado objeto, es en realidad un cuadro bordado con hilos de seda, lentejuelas y canutillos, a modo de una circunferencia de reloj dividido en 24 horas. Las esquinas presentan ramos de rosa y racimos de uva y, en el centro se ubica una cruz verde sobre la que está un corazón flamante y sangrante, aprisionado por una corona de espinas. Cada uno de los 24 espacios en que está dividida la circunferencia lleva impreso una cuartilla poética que invita al recogimiento.

Ubicado en la Sala de Labores, sobre una pared a un costado de la escenificación de “La última Cena”, pasa desapercibido para la mayoría de los visitantes, a pesar de tener un área de casi un metro cuadrado.

Este interesante trabajo, fue realizado por Sor Manuela de los Ángeles Gutiérrez, quien teniendo 24 años, profesó como monja de velo negro el 30 de octubre de 1859. Hija de Andrés Gutiérrez y de Catalina Bernal, llegó a ser priora del monasterio entre el 27 de septiembre de 1894 y el 26 de septiembre de 1898.

Hasta el momento, no existe ninguna evidencia que niegue la autoría de los versos inscritos en el Reloj de Meditación. Todo hace inclinar que corresponden a la madre Gutiérrez, pues en un extremo inferior se aprecia bordada la frase “Devoción de Sor M. de los A.G.”

Una nota escrita, adosada al pie del cuadro, recuerda la presencia del cuarto Delegado Apostólico acreditado ante el gobierno del Perú, monseñor Serafino Vanutelli. Él fue el primer representante del Vaticano que visitó el cenobio. El otorgó indulgencias a quienes meditasen y rezasen un Padrenuestro y una Avemaría ante el cuadro.

Serafino Vanutelli, fue arzobispo titular de Nicea y Delegado Apostólico en Ecuador y Perú entre 1869 y 1875y se convirtió en el primer representante pontificio residente en el Perú.
El Reloj de Meditación tiene la particularidad de señalar en su circunferencia las 24 horas haciendo corresponder los dos extremos centrales, a las 8 de la mañana en la parte superior y a las 8 de la tarde en el semicírculo inferior, en vez de señalar las 12.

La razón de esta particularidad radica en que Sor Manuela de los Ángeles Gutiérrez, ubicó los momentos cumbres de la pasión del Señor Jesús en esos extremos, pero señalando la hora de Arequipa en el momento de los acontecimientos.  Para ello descontó las siete horas de diferencia que existe  entre la hora de Arequipa y la de Jerusalén. Así pues, cuando en Jerusalén son las 15 horas, tres de la tarde, hora nona considerada como en la que murió Jesús, en Arequipa son las 8 horas, 8 de la mañana.

Así observamos que en el punto más alto del círculo corresponde al momento más importante de la Pasión, es decir a la redención de la humanidad con la muerte del Señor Jesús y que se expresa en los versos:
“Aquí murió el Redentor, /
el sol, la luna y el cielo /
se obscurecieron de dolor. /
Todos muestran desconsuelo”

En el otro extremo del círculo, la meditación se refiere a las negaciones de Pedro, que es el momento en que la futura Iglesia representada por este apóstol cae por debilidad. En Arequipa la hora marcada es las 8 de la noche del Jueves Santo, que corresponde a las 3 de la madrugada del Viernes Santo en Jerusalén.  Este momento lo expresa en los versos:
“Aquí le negó San Pedro. /
tres veces lo repitió. /
no acordaba que su maestro, /
así  lo pronosticó”.

Si tratamos de reconstruir los hechos históricos, aproximadamente en una línea de tiempo en el Reloj de Meditación cuando es señala la una de la tarde del Jueves Santo, hora de Arequipa que corresponde a las 8 de la noche en Jerusalén, la meditación nos dice:
“Aquí Jesús instituye /
el sacramento de amor. /
Se convierte en pan y vino /
por amor al pecador”

Luego a las 2 de la tarde hora de Arequipa, 9 de la noche del jueves en Jerusalén meditamos:
“Ora Jesús, en el huerto,/
sólo, triste y tan turbado/
al ver, nuestra ingratitud,/
sangre, suda desmayado”.

A las 3 de la tarde hora de Arequipa, 10 de la noche del jueves en Jerusalén, se ubica el beso de la traición:
“Con el beso de paz le entrega/
Judas, infeliz traidor,/
Dios te salve, Maestro mío,/
le dice, en esta prisión”.

Una hora después, a las 4 de la tarde hora de Arequipa, 11 de la noche del jueves en Jerusalén, comienza propiamente la pasión de Jesús:
“Si de la cruel bofetada,/
caes mi Jesús al suelo,/
como pudo tolerar/
esta injuria, todo el cielo”.

Mientras en el Reloj de Meditación se señala las 5 de la tarde del jueves, hora de Arequipa, es medianoche en Jerusalén.
“Presentado ante Caifás, /
le condena a muerte impía,/
porque declara, que es Dios,/
de quien depende la vida”.

A las 6 de la tarde del jueves hora de Arequipa, 1 de la madrugada viernes en Jerusalén, la meditación está vinculada a la actitud de la soldadesca.
“Sufre Jesús los desprecios/
y le escupen los sayones,/
bofetadas y tormentos,/
que inventaron sus rigores”.

Continuando a las 7 de la noche del jueves hora de Arequipa, 2 de la madrugada del viernes en Jerusalén los maltratos a Jesús:
“Cubre su rostro divino/
con un velo sucio y feo,/
y le daban crueles golpes,/
aquel mansísimo cordero”.

Cuando en Arequipa son las 8 de la noche del jueves, 3 de la madrugada del viernes en Jerusalén, se ubica la negación del príncipe de los Apóstoles:
“Aquí le negó San Pedro. /
Tres veces lo repitió. /
No acordaba que su maestro, /
así lo pronosticó”.

El canto del gallo se ubica a las 4 de la madrugada del viernes en Jerusalén, que corresponde a las 9 de la noche del jueves en Arequipa:
“Aquí el gallo cantó,/
y Jesús la vista volvió,/
a Pedro que convirtió/
sus ojos en tierno llanto”.

En tanto a las 10 de la noche del jueves hora de Arequipa, 5 de la madrugada en Jerusalén la meditación gira en torno a la decisión de los fariseos:
“Se confirma la sentencia/
de muerte, infame de cruz,/
de los jueces fariseos,/
contra el hermoso Jesús”.

Como los judíos no podían aplicar una sentencia de muerte, a las 11 de la noche del jueves hora de Arequipa, 6 de la mañana en Jerusalén, deciden llevar a Jesús ante el quinto Prefecto de la provincia romana de Judea:
“Con gran prisa caminaba,/
la gente del pueblo ingrato,/
con el divino Jesús,/
a la casa de Pilato”.

Siendo medianoche en Arequipa, 7 de la mañana del viernes en Jerusalén, Poncio Pilato envía a Jesús ante el Tetrarca de Perea y Galilea:
“Es presentado ante Herodes, /
y es reputado por loco/
no eran justas, ni tan poco,/
sus impías pretensiones”.

A la una de la madrugada del viernes en Arequipa, ocho de la mañana en Jerusalén la meditación dice:
“Atado a una columna, /
como mansísimo cordero /
descargan crueles azotes /
en su santo cuerpo y bello”.

Poncio Pilato presenta a Jesús ante el populacho. Son las dos de la madrugada en Arequipa, 9 de la mañana en Jerusalén:
“Míralo todo llagado,/
en lo alto de un Balcón,/
con vestido, de irrisión,/
y de espinas coronado”.

El camino al Gólgota se ubica en el Reloj de Meditación a las 3 de la madrugada hora de Arequipa, 10 de la mañana en Jerusalén:
“Sale Jesús, al Calvario,/
con la cruz sobre sus hombros/
qué espanto, y que asombro!
no causaría al mundo”.

La crucifixión es meditada a las 4 de la madrugada hora de Arequipa, 11 de la mañana en Jerusalén:
“Aquí ya lo crucificaron
los judíos y sayones/
y en la cruz lo enclavaron/
en medio de dos ladrones”

El levantamiento de la cruz es recordado a las 5 de la madrugada hora de Arequipa, mediodía en Jerusalén:
“En público es levantado,/
enarbolado en la cruz,/
a consumar su carrera/
el corazón de Jesús”.

La misericordia de Jesús ante el arrepentimiento y pedido de uno de los ladrones crucificados se medita a las 6 de la mañana en Arequipa, una de la tarde en Jerusalén:
“Hoy serás en mi paraíso,/
le dice a Dimas ladrón,/
que pidió misericordia,/
en medio, de su aflicción”.

La donación de la madre a la humanidad representada por el apóstol Juan se contempla a las 7 de la mañana en Arequipa, 2 de la tarde en Jerusalén:
“Aquí encomendó Jesús,/
a su Madre Dolorosa,/
a San Juan, Evangelista,/
por que es Madre poderosa”.

La consumación de la Redención con la muerte de Jesús se produjo a las 3 de la tarde en Jerusalén, 8 de la mañana en Arequipa:
“Aquí murió el Redentor, /
el sol, la luna y el cielo /
se obscurecieron de dolor. /
Todos muestran desconsuelo”.

La comprobación de la muerte de Jesús con un lanzazo en el costado se medita a las 9 de la mañana hora de Arequipa, 4 de la tarde en Jerusalén:
“Clavado en la cruz, advierte,/
que abierto, tiene el costado,/
y mostrándose alanceado,/
el corazón por quererte”.

El descenso del cuerpo inerte de Jesús se reflexiona en el Reloj de Meditación a 10 de la mañana hora en Arequipa, 5 de la tarde en Jerusalén:
“Lo bajaron de la cruz,/
a los brazos, de María,/
al ver en su pecho a Jesús,/
que, amargura sentiría”.

Antes de que comience la observancia del sábado por los judíos, a 6 de la tarde en Jerusalén, 11 de la mañana hora de Arequipa, Jesús es sepultado:
“Sepultado, el Redentor,/
y en su soledad, María,/
eclipsado el mejor, sol,/
se cubre, de luto, el día”.

La soledad de María, la madre de Jesús se contempla en el Reloj al mediodía en Arequipa, 7 de la noche de viernes en Jerusalén:
“Que amargura Madre mía,/
concededme tal, pesar,/
que, en gemir, y suspirar/
os haga fiel, compañía”.

(La Voz del Pueblo 24 marzo 2016)