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El
las efemérides de la historia Patria, la fecha del lunes 9 será recordada
porque el Presidente de la
República , durante una semana se instaló en la ciudad de
Piura, para gobernar desde allí. Es decir que durante esta semana Piura será la Capital Política del Perú.
Bajo
tales circunstancias, se ha previsto que en el local de la Gobernación de esa
ciudad norteña el Presidente de la
República reciba las credencias de algunos embajadores.
Una
actitud idílica esta de trasladar el gobierno durante una semana, que poco, por
no decir nada, cambiará la forma como se gobierna el Perú, desde Lima. Tal vez
lo único rescatable de la decisión presidencial sea que tendrá una visión un
poco más cercana de la realidad de esa Región. Claro está que para los
malpensados, que los hay muchos en el país, la permanencia en Piura hace
recordar los continuos viajes del ex presidente Toledo a esa Región.
Pero
dejando lo anecdótico de la circunstancia no podemos dejar de advertir que el presidente
del ente estatal Petroperú, se trasladará también desde Lima hasta Talara para
estar en contacto con las obras de repotenciación de la refinería que, en el
futuro, permitirá separar los ácidos de la gasolina y duplicar su tratamiento
de crudos pesados.
Desde
hace buen tiempo, vengo expresando algo que estimo debería ser una exigencia de
los gobiernos regionales: que las sedes centrales de las empresas estatales o
por lo menos el 95 por ciento de su burocracia debería estar ubicada en la
región o regiones donde está o se procesa la materia prima que justifica la
existencia de tal empresa.
Es
increíble que desde Lima se manejen tres de las cuatro refinerías que tiene la
empresa estatal además de las operaciones del oleoducto.
En
Lima Petroperú tiene 14 gerencias, cinco de ellas son gerencias de línea, es
decir que son las que administran o dirigen la parte operativa de la empresa.
Todas ellas tienen su sede en Lima. ¿Cuál es la justificación para ello? Desde
mi punto de vista, no existe ninguna justificación, salvo aquella que ha
caracterizado a Petroperú en los últimos veinte años: ser la caja chica del
Ejecutivo y la entidad donde se pueden pagar los favores políticos.
La
presencia del Presidente de la
República tal como lo ha señalado, sólo servirá para saber
cómo se está invirtiendo el presupuesto asignado, que según el mandatario, la
inversión de 818 millones, debería tener un gran impacto productivo y de
calidad de vida de la población.
Es
interesante reparar en el hecho que no se conoce cuando adoptó la decisión de
instalarse durante una semana en Piura y despachar desde allí, como tampoco los
motivos reales, no los de exportación para imagen, que lo impulsaron a tal
decisión.
Lo
cierto es que su traslado a 1035 kilómetros de la Capital en la semana en
que en el Congreso de la
República tratará sobre la responsabilidad política del
Consejo de Ministros en el nombramiento y trabajo realizado por un ex
funcionario del gobierno de Fujimori, sancionado con inhabilitación de 10 años,
se observa desde fuera del gobierno como una medida forzada, destinada a evitar
que las chispas del debate toquen la imagen presidencial. Algo así como emplear
la técnica del pensamiento lateral, para mantener o sacar ventaja de una
situación peliaguda.
Dante E. Zegarra López
dezegarra@gmail.com
(Diario Arequipa al día, 10 abril 2007)

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