dante1944

Dante E. Zegarra López, Periodista, Arequipa (Perú)

miércoles, enero 17, 2018

La Carta del Director: Los cien días


La Carta del Director: Los cien días

Estimado(a) Lector(a):
A los periodistas de todo el planeta, desde hace buen tiempo nos ha interesado compulsar el desarrollo de los gobiernos, nacionales, regionales o municipales (sean estos provinciales y distritales) poco después de cumplidos los tres primeros meses de gestión.
De allí que a los cien días, como una cifra redonda, hacemos un alto para examinar la labor que han cumplido las autoridades elegidas y compulsar la percepción que de esa labor tienen los ciudadanos.
La idea, tras esta costumbre, es que se da por sentado que son, generalmente los primeros cien días los que marcan el desarrollo de una gestión administrativa.
Incluso el ciudadano, siempre exigente con sus autoridades, tiende a ser menos agudo en sus apreciaciones. Y es que se considera que en los primeros cien días, los funcionarios de las nuevas administraciones tienen  que tomar contacto real con la situación de la entidad que dirigen.
Pero al mismo tiempo los primeros cien días de una gestión señalan el rumbo que tomarán las obras y las acciones administrativas.
Por lo general los gobiernos, en todas sus escalas, tratan de poner en marcha sus reformas más audaces en este período, dado que aún gozan del beneficio de la simpatía que los ungió como autoridades electas.
También es la época de los cambios del personal de confianza, donde cada nueva autoridad reemplaza con sus especialistas a los especialistas de la anterior administración. Claro está que esto no siempre es un acierto, pues a veces los que reemplazan no están a la altura de los reemplazados. En todo caso, siempre existe la suspicacia de los grupos partidarios y se duda que un funcionario de confianza de una anterior gestión se empeñe en aplicar el nuevo plan de gobierno.
En el caso del Gobierno Regional de Arequipa, tal como lo anunciara oportunamente su presidente, su labor ha estado marcada en estos primeros cien días, en un trabajo hacia el interior de la administración, con miras a poner en orden la casa.
No tenemos una clara idea de los avances logrados allí, pero al parecer se ha producido un reparto de funciones y áreas entre los grupos que apoyaron la postulación del Presidente Regional. Hay indicios de que algunos nombramientos realizados no están a la altura de las expectativas, pese a que los titulares llegaron premunidos del aura de ser técnicos en reconocidas ONGs. Al parecer algunos de ellos no han comprendido que están al servicio del ciudadano y no para ordenarle ni maltratarle.
Tampoco hay mucha información sobre el desarrollo de las obras que se supone está ejecutando. En realidad, uno de los pecados capitales, que se podría enrostrar al presidente del Gobierno Regional, es el abuso que hace del perfil bajo. Los extremos, en ningún caso son buenos.
Consecuencia de esta situación es que el porcentaje de aceptación que tiene, según una encuesta nacional, se mantenido en el porcentaje de su votación, lo que lo ubica en el cuarto inferior de aprobación entre sus pares. El figura con 35 por ciento de aceptación en el puesto 17 de un total de 25 presidentes regionales.
El alcalde provincial, más allá de sus declaraciones no ha mostrado aún cuáles sin las obras que se empeñará en ejecutar. Es cierto que tiene que enmendar la plana en las obras que dejó inauguradas pero inconclusas su antecesor. Un buen equipo de prensa hace que permanentemente su nombre figure en los medios. Sin embargo aún no llega a equiparar la labor que muestra su colega distrital de la ciudad José Luis Bustamante y Rivero.
No podemos aún decir que la ciudad de Arequipa le ha quedado grande a quien gobernó con éxito la ciudad de Hunter durante más de una década, pero hay medidas que debió adoptar y no las hizo.
Como usted puede apreciar, la evaluación de los cien días de nuestro presidente regional y de nuestro alcalde provincial no es muy halagüeña que digamos.
Dante E. Zegarra López
(Diario Arequipa al día, 11 abril 2007)